martes, 9 de julio de 2013

Paula Chaves: el placer de disfrutar de la “dulce espera”

La sensual modelo está embarazada de seis meses y todo en su casa está pensado según la llegada de Olivia, su primera hija 

Olivia, la primera hija de Paula Chaves y Pedro Alfonso llegará el 28 de agosto. La mamá asegura que es una “bendición de Dios”. El papá, cuando está de gira, ya la extraña. Para los dos es el amor más grande que experimentaron en sus vidas.

En la casa de Paula y Peter todo gira en torno de Olivia, la beba que está por llegar al mundo. Para la mamá es “una bendición de Dios”. El papá cuando sale de gira ya la extraña. Los dos aseguran que es el amor más grande que experimentaron en sus vidas.

Su nombre significa “la que trae la paz” y lo eligió el papá después de varias y reñidas votaciones. En síntesis: a pesar que todavía está en la panza de la mamá Olivia es la que manda en la vida de sus padres. Así de simple.

UNA DOSIS EXTRA

Paula, por ejemplo, está viviendo una situación emocional muy especial. “Estoy necesitando una dosis extras de mimos -confiesa-. Cuando Pedro se va de gira con ‘Viaje de locura’, la obra en la que actuó en Carlos Paz, sufro mal. Mamá o mi hermano se instalan en casa o me voy a lo de mi abuela en Lobos, para dormir con mis primas. Tener a Pedro en mi cama me hace sentir en paz”.

La actitud de Paula es más que comprensible. La de Pedro, en cambio, lo pinta de cuerpo entero. El sentimiento que lo domina en este instan son... ¡los celos! Para muestra basta un botón. Hace poco Paula fue invitada a un cumpleaños. Mujer antes que nada, se puso calzas, botas y la boca bien colorada. Es decir, súper sexy. La reacción de Pedro fue inmediata: “¿Qué necesidad de producirte tanto si estás embarazada?”, le recriminó.

Cuando están los tres juntos (porque ya son tres aunque el tercero se hace esperar) la panza es la protagonista. Los dos le hablan convencidos que Olivia los escucha. “Yo le apoyo el i-phone y le hago escuchar Rapsodia bohemia por Queen. Pedro, además de decirle no sé que cosas en secreto, le canta canciones de cancha. Yo soy de Racing y él no concibe que un hijo suyo no sea de River. Tiene la camiseta puesta y seguro que ya le está tramitando el carnet”.

Mamá responsable, a la hora de cuidarse Paula hace gala de un disciplina inimaginable para el círculo de sus íntimos. Disciplina que le permite llevar un régimen de comidas elaborado por un nutricionista profesional. A la mañana desayuno light; al mediodía dos milanesas al horno con ensalada de rúcula; a la noche tarta de zapallitos y tres mandarinas. Se permite un cuadradito de chocolate y tiene dos antojos: el aceto en la ensalada y los zapallitos para la tarta.

TODO UN TEMA

El parto es todo un tema. Y no menor, por cierto. Paula tiene la tranquilidad que da el hacer gimnasia para embarazadas en clases grupales, lo que le permite estar en contacto con otras mamás. “Me preparo con una puericultora -cuenta-. Las charlas me tranquilizan y la idea es que las tengamos en pareja”. Ideal duro de cumplir para Pedro. El día que la puericultora mostró una lámina con una vagina con su útero, se descompensó. Cada vez que le sacan sangre a Paula al que hay que reanimarlo es a él. Jura y rejura que quiere estar presente en el parto.

Un juego maravilloso que practican los dos cada noche es imaginar cómo será Olivia. A quién se parecerá. Qué heredará de cada uno. “¡Ruego que no tenga nuestras napias! En cada visita el ecógrafo nos dice: ‘Qué naricita tiene esta beba’. Y quedamos traumados toda la semana. Lo único que elegimos de Pedro es el pelo. ¡Please, Dios, que mi hija no saque las caderas del padre, pobrecita!, ruega Paula riéndose.

La inminente llegada de Olivia produjo cambios fundamentales en la manera de vivir de la pareja. Para empezar, se mudaron a un departamento en La Cañitas, con todas las comodidades necesarias. Y ya están terminando de armar el cuarto de la beba. Será blanco, con una cuna que les regaló Wanda Nara, y una sábana con encajes que pertenecieron a la mamá de Pedro y sus hermanas guardaron para Olivia.

Al mismo tiempo fijaron para noviembre de 2014 la fecha de casamiento. “La ceremonia religiosa será en la Iglesia de San Benito Abad -cuenta Paula-. Quiero todo muy clásico. Olivia va atener un año y dos meses... Me muero de amor cuando la imagino entrando de vestidito y con los anillos en la mano”.

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